Yo, lo confieso, fui devoto de Blackberry. Es muy cómodo redactar mails y tuits desde un teclado físico, coges automatismos. Incluso he llegado a redactar una nota de prensa directamente desde el lugar de los hechos.
Sin embargo, muchas cosas me hicieron pasarme a iPhone. Y luego a Mac. Y luego a iPad. En el primero, el hecho de poder realizar grabaciones, editarlas y enviarlas por mail (muy útil para los que trabajamos en radio). Y, por supuesto, sus aplicaciones, que incluso han conseguido que aprenda (humildemente) a cocinar.
En el segundo, no hay color entre las opciones de diseño, la rapidez y las prestaciones respecto a un PC. Y eso que yo hace seis años eché pestes de los Mac de mesa porque me parecían lentos de narices. La cosa ha cambiado. Y tanto que lo ha hecho.
Del último no necesito ni hablar. Entre viajar con un ordenador y tener que sacarlo en el aeropuerto y hacerlo con una tablet no hay color. Por no hablar de maravillas gratuitas como la recién descubierta Revista VisaVis.
Sin embargo, hay algo que, por mínimo que ustedes puedan considerar, creo que es un grave error en los tiempos en los que vivimos. Y, es más, diría que es tan fácil de realizar que me sorprende que no lo hayan pensado. Y si lo han pensado y no lo han incluido en el software, me parece una irresponsabilidad muy grande.
Verán. Hoy día la mayoría de gente no tiene teléfono fijo en casa. Casi todo el mundo duerme con el móvil al lado. Es el soporte para que les localicen en plena noche si, Dios no lo quiera, hay una urgencia personal.
Esto, que antes no tenía más ciencia que dejarlo encendido en vibración, en la mayoría de los casos ya no es así. Todos SUS usuarios disponen de tarifas de datos, por lo que entre correos electrónicos, menciones de Facebook, tuits y hasta WhatsApp rara es la noche en que el teléfono no vibra.
Cuál es la solución? Ponerlo en silencio. PERO, al contrario que Blackberry, ustedes no dan la opción de silenciar los datos y dejar operativas las llamadas entrantes. Es decir, que con una BB yo puedo hacer que no me suenen los mails pero que sí vibre mi móvil si me llaman. Pero con un iPhone es o suena todo o nada.
Como comprenderán, aunque pueda parecer una banalidad si contamos todos los usuarios de iPhone en el mundo la cifra arroja millones. Millones que seguramente no le quitarán la voz al móvil por si les llama su madre o su abuela en plena noche, pero que se despertarán cada dos por tres con los correos entrantes.
Tan difícil es cambiar algo tan sencillo? Yo creo que no
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