Tengo la suerte de no haber terminado (todavía) de ver entera la serie The Wire. No por falta de ganas, sino por intención manifiesta de alargar cuanto más mejor la llegada al último capítulo. Para los que sepan de qué hablo, es posiblemente la precursora de las grandes series de hoy día.
Hete aquí que me ubico en la quinta season (como dicen los americanos). Cada una, bajo el hilo conductor de pesquisas policiales de alto nivel para erradicar la delincuencia violenta en Baltimore, toca sin piedad un tótem de la sociedad americana: la droga y los bajos fondos, la actividad portuaria, la política y en última instancia el periodismo.
Coincide su último año de emisión con el inicio de la crisis (en los primeros no aparecen, por no existir, ni siquiera los smartphones) y se centra en la caída en picado del Baltimore Sun. otrora gran referente de la zona y en esos momentos ejemplo claro de cómo la prensa escrita se va a la mierda.
Como punto intermedio en este post, diremos que los dos guionistas de la serie son dos periodistas que cubrieron los sucesos de la ciudad durante años y se inspiraron en todo lo visto para crear la ficción, donde incluso muchos de los protagonistas son delicuentes de verdad.
Dicho esto, nos ubicamos en el 5x03, donde los editores del Sun comienzan a ver que hay que recortar personal. En España, tras el sector de la construcción el de la comunicación es el que más empleo ha destruido. No creo que haya que decir nada más.
Y, curiosamente, son los altos cargos maravillosamente remunerados e incapaces de imaginar un futuro diferente los que acaban cargándose a los redactores que ponen en pie cada día el diario y que, por supuesto, cobran miserias en relación a la planta directiva.
La frase que define todo, en las entrevistas que mantienen en sus despachos para decidir quién se va y quién se queda, es demoledora: 'Son tiempos difíciles y hay que hacer más con menos'. Casualmente, ellos no suelen hacer MÁS que formalizar despidos, pero nunca cobran MENOS dinero.
Este, y no otro, es el motivo de mi reflexión. La crisis de los medios es evidente, sí. La publicidad ha caído, sí. La gente no compra periódicos porque tiene la información en internet, sí. Y es lógico que se pierdan puestos de trabajo, sí.
Sin embargo, ha sido esa filosofía la que ha impedido avanzar a la mayoría de los periódicos del mundo. Señores, (aún hoy esto es válido), no había que hacer más con menos. Había que hacer ALGO DIFERENTE con lo que ustedes tenían. Porque, en su afán de recortar, han echado a la calle el talento suficiente para cambiar el mundo del periodismo. Y, en lugar de aprovechar lo que tenían en casa, han permitido que nazcan otros medios, la mayoría digitales, que con sus ex trabajadores han conseguido funcionar mientras ustedes siguen hundidos a nivel de ventas y de publicidad.
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