Pocas veces alguien tiene la oportunidad de ser pionero en la prueba de un producto futurista y diferente. Éste ha sido mi caso esta semana, en la que durante cuatro días he tenido la suerte de conducir un Renault Twizy. Para quienes no sepan de qué hablo, se trata del primer coche de ciudad biplaza totalmente eléctrico fabricado en serie por una gran marca.
En estas circunstancias, lógicamente me he encontrado con situaciones inevitables: que todo el mundo te mire cuando circulas por la calle, que se te paren al lado para preguntarte por sus prestaciones, dejarlo aparcado y congregar multitudes a su alrededor...
Pero sobre el día a día sí me gustaría hablar. De sus pros y sus contras. Porque la realidad es que ya se puede comprar. Usted, si quiere, puede irse a un concesionario y pedir el suyo. Pero cuando salga a la calle tendrá que lidiar con aspectos positivos y negativos. Y he aquí lo que yo, al menos, he podido calibrar.
A FAVOR
- Fácil manejo. Existen dos modelos: uno conducible a partir de 16 años y sin puertas y otro con puertas (más modelo coche que moto con capó). Incluso para alguien que no ha conducido nunca, su manejo es hipersimple. Freno y acelerador, freno de mano y dos botones (D y R) para ir adelante y atrás y un volante. Más sencillo es imposible.
- Comodidad. Aunque pueda parecer pequeño, caben perfectamente dos personas. El conductor y un pasajero justo detrás. Y éste va cómodo, porque estira las piernas en el lado del conductor.
- Aparcamiento. Qué decir. Es más pequeño que un Smart y cabe incluso transversalmente. Para aquellos que trabajan en ciudad es idóneo por este motivo.
- Velocidad.- El modelo más completo alcanza unos más que suficientes 80 kilómetros por hora. Y es muy estable en curvas, al tener el centro de gravedad muy bajo.
- Batería.- Se carga en tres horas y mantiene una autonomía de 100 kilómetros, que se incrementa (como la gasolina en los coches térmicos) con una conducción eficiente. En ciudad puede perfectamente durar una semana para trayectos cortos. Se paga un alquiler mensual por ella, que hoy día es más barato que poner gasolina.
EN CONTRA
- Sin ventanillas.- Renault lo explica porque, de ponerlas, necesitaría también colocar aire acondicionado y ello restaría vida a la batería. Si se ve el Twizy como una moto con techo, volante y alta seguridad es perfecto, pero hay gente que acude a comprarlo buscando un coche tipo Smart.
- Carga.- Hay muy pocos puntos de carga pública (muchos en parkings) y en España, al menos en las ciudades, se sigue dejando mucho el coche en la calle. Esto puede condicionar hoy día su compra, puesto que para recargarlo debería acudirse adrede a un punto público o gastarse el dinero en un aparcamiento mientras se repone. También juega en contra que tarde tres horas, porque si tienes prisa y poca carga puede ser un handicap (que se mejorará con el Zoe, modelo para noviembre tipo Clio con más autonomía y puntos de carga rápida de 15 minutos).
- Seguridad.- Es un coche muy llamativo y pasará bastante tiempo hasta la gente se acostumbre a él, por lo que dejarlo en la calle puede suponer un peligro. Quizá no por posible robo, pero sí por desperfectos o gente que se suba para probar su ergonomía.
Con todo, si yo tuviera que comprarme uno para una ciudad como Valencia lo haría sin dudarlo. Es cómodo, barato (menos de 6.000 euros) y tiene mejores prestaciones que una moto. Incluso cuando tenga hijos preferiría que condujesen uno a una dos ruedas.
Habrá opiniones para todos los gustos, pero esta es la mía. Espero que a alguien le pueda servir
Gracias por leer
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