En el último mes he tenido la inmensa suerte de que los señores de las compañías de distribución han tenido a bien estrenar muy buenas películas, todas seguidas y con un matiz diferente en cada ocasión.
Comencé por ir al preestreno de EL INOCENTE, a la que no le tenía mucha fe por ser su protagonista Matthew McConaughey. Sin embargo, su intriga judicial y sus hechuras (también viene de una novela) me recordaron mucho a EL INFORME PELÍCANO y salí de la sala gratísimamente sorprendido.
Una semana más tarde me encantó comprobar que, tras algunos experimentos (fallidos o no tanto) Woody Allen volvía a ser él mismo en MIDNIGHT EN PARIS, donde me lo pasé en grande viendo cómo se le sigue yendo la olla o cómo convertía a Adrien Brody en un Dalí aun más delirante si cabe que el original.
También sin demasiado convencimiento me aventuré a ver SIN IDENTIDAD, pero lo cierto es que entre lo bueno que es Liam Neeson, el rayote del guión y cómo te mantiene en tensión en todo momento, me llevé la segunda sorpresa agradable de mayo.
Sin embargo, la última (y de la que me gustaría hablar) no solamente tenía ganas de pillarla sino que además me gustó mucho más de lo que preveía, a pesar de que dura casi dos horas y media y no es ni mucho menos un film de acción.
PEQUEÑAS MENTIRAS SIN IMPORTANCIA cuenta las circunstancias que todos (todos) hemos vivido alguna vez: tenemos un grupo de amigos, uno de ellos pasa por un problema físico o anímico (no desvelaré mucho más) y al principio vamos en tropel a ayudarle, pero luego nuestros compromisos personales hacen que vayamos diciéndonos frases como 'ya quedaremos', 'tranquilo que hay gente con él', 'está mejorando', 'seguro que nos vemos pronto',...
No quiero destripar la película, porque vale la pena y mucho verla. Simplemente diré que en algunos momentos me pillé una plorera descomunal, que cualquiera se sentirá identificado con al menos una de las muchas circunstancias que se dan en el metraje y que sentí una pena inmensa en muchos instantes. Pero no por lo que estaba viendo allí, sino porque me daba cuenta de que eso lo había hecho yo alguna vez.
Y me entraron unas ganas incontenibles de ver a mis amigos y mis seres queridos cuanto más tiempo mejor. Porque no puede ser que, hoy en día, digamos 'a ver si quedamos' y nos veamos de año en año.
Muy buenas las críticas. Te recomendaré en el blog!
Publicado por: La estanteria de MJ | 01/06/2011 en 20:26
Después de lo que has comentado, me voy a verla. La tenía ahí, a un lado, porque me daba la impresión de que sería una de tantas peliculas que no dicen nada. Thks por tu valoración
Saludos
Publicado por: valencia y che | 01/06/2011 en 10:45