No negaré dos cosas: que vi entera la serie en la tele y que, como a la mayoría de los que compartieron experiencia conmigo, me pareció la más sensacional comedia realizada en España en los últimos años.
No me repetiré sobre cosas ya comentadas y evidentes, como la impostación de voz de los reyes, la sabia elección de los actores, las escenas de la pizza o del bailoteo en la discoteca o el descacharrante doble de Urdaci.
Sin embargo, hay dos cosas que llamaron profundamente mi atención y sobre las que sí que me gustaría detenerme, pues pasaron de puntillas por la crítica de la miniserie y me trajeron de nuevo al presente dos sensaciones que tuve hace tiempo.
Para ponernos en situación, diré que durante los seis meses que trabajé en Punto Radio Valencia tuve la fortuna de coincidir con los recientemente casados Felipe y Letizia (los de verdad) y de saludarlos durante un breve segundo. Un tiempo más que suficiente para confirmar dos opiniones que corrobaron sendas escenas emitidas.
La primera es sobre ella. Para mí, el momento que la define son los 30 segundos en los que su ex marido aparece en TVE y le dice que su decisión, como el resto de su vida y su carrera, obedece a un reto al que no ha podido resistirse. Curiosamente, al darle la mano en aquella redacción me dio la impresión de que era responsable de sus actos, pero que una vez obtenido este reto no estaba tan a gusto en él como había pensado.
La segunda, más amable, es sobre el Príncipe. Si bien es cierto que está más que acostumbrado a este tipo de 'saraos', la efusividad y la sonrisa mirando a los ojos que me transmitió al saludarme fue como la de una persona a la que conoces de repente y con la que sabes que te vas a llevar muy bien. Algo que corroboraron esos grandes gags de él con chandal Adidas (enhorabuena, amigo José Manuel, a tus compañeros por la publicidad gratuita que se han llevado) y su cercanía con la gente que le rodea.
En cualquier caso, y como no es muy probable que tenga la opción de volver a cruzármelos, esto (como dicen en un anuncio) es sólo mi opinión. Pero me resultó muy curioso que el retrato que se hace de ellos en el guión reflejara tan bien lo que me vino a la cabeza cuando tuve la oportunidad de saludarlos cara a cara.
Sea lo que sea esta serie, yo me reí y me lo pasé muy bien. No sabía que iba a producirme más carcajadas que una comedia. Bueno, realmente era una comedia. ¡Viva el acento extraño de la reina Sofía! Jajajaja.
Publicado por: La estanteria de MJ | 07/11/2010 en 11:58
Disculpa Blay , estaba haciendo pruebas .
Totalmente de acuerdo . No puedo comprender cómo se ha permitido la emisión de semejante miniserie en donde la imagen de los Príncipes, sale seriamente perjudicada.Es de risa!!!!!! roza el ridículo !!! Después de esto, ya no quiero ver más a Amaya Salamanca .
PD: por qué me deja publicra comentários??ein??
Publicado por: amanda | 05/11/2010 en 09:12
vxcvc
Publicado por: amanda | 05/11/2010 en 09:09