El periodismo, aunque la gente crea lo contrario, está siendo uno de los grandes damnificados de la crisis mundial. Las empresas se publicitan menos, eso lleva a llenar menos páginas de periódicos, en consecuencia se necesita menos gente porque se reduce el número de hojas y se cargan a los redactores. En algunos casos de forma lógica. En otros, de manera exagerada.
Para que os hagáis una idea, en el último año han desaparecido (solo en Valencia) los gratuitos Mini Diario y Metro y Valencia Hui, que tomó el testigo del también extinto Diario de Valencia. Y en términos de ERES, Levante echó hace un mes a ocho personas, Superdeporte a cinco (entre despidos y no renovaciones de contrato) y Las Provincias a 33. Lo mejor, como siempre, es que a los que se quedan no solamente no les suben el sueldo o les bajan el volumen de trabajo, sino que ocurre todo lo contrario: cobran lo mismo y tienen que currar lo suyo y lo de los que se han marchado.
Pero al margen de esto, contra lo que estamos intentando luchar, este post pretende ser una reivindicación del papel (espero que todo reciclado en el futuro). Soy el primero que lee los periódicos en internet, pero eso no quita que me guste hacerlo también con un soporte físico en casa o desayunando todos los días.
Recuerdo además que todos los acontecimientos cruciales siempre desembocan en la necesidad de comprar el diario al día siguiente: tras los atentados del 11-S para conocer más datos de los que se pueden dar en la inmediatez de la radio o la tele e incluso leer opiniones de expertos, después del doblete del Valencia para guardar la portada indefinidamente, tras unas elecciones para conocer al dedillo todas las realidades...
Y, además, a ello se le une una pasión que nunca podrá ser absorbida por la red: la de leer revistas. Durante muchos años fue la Don Balón y ahora, en un marco menos especializado, me encantan la socarronería de FHM y la calidad del papel, el cuidado en las entrevistas y reportajes y las grandes ideas que te da la edición española de Squire.
Digan lo que digan, no me veo dentro de 20 años sin un periódico por las mañanas, una revista mensual y un libro en las manos. Hay cosas que cambian, sí, pero otras que siempre querremos tener.
Yo sigo necesitando el olor de la tinta junto al del café con leche matinal aunque luego internet me domine e informe el resto del día. La crisis nos está jodiendo a todo el sector bastante, y el verano se prevé más calentito de lo que ha sido la primavera. Ojito con los ERE's... que vienen doblados, con mango de acero y púas.
Publicado por: Nacho Sapena | 11/06/2009 en 20:36
El papel está subsistiendo más de lo que podía esperarse. Guste o no guste (y a mí no
Publicado por: checheche.net | 11/06/2009 en 18:49