Después de comerme la temporadita del Valencia, después de narrar partidos como el Almería-Villarreal, después de asistir al declive de la Liga de las Estrellas... hoy me he reconciliado con el fútbol.
Me ha hecho mucha ilusión ver que hay gente que no se caga encima cuando sale a una final, que intenta jugar al ataque a toda costa, que es capaz de hacer un derroche físico de 130 minutos (incluyendo los descuentos) y que concibe este deporte como el espectáculo que debe ser y no como el tostón en el que se ha convertido.
Después de ver como amigos míos no cobran por la ineptitud de algunos dirigentes que luego le echan la culpa a las instituciones, después de tener que pelearme con niñatos sin estudios de 25 años que cobran 300 millones de pesetas para que me concedan 10 minutos de su tiempo para una entrevista, después de observar como un (en teoría) gran empresario es presa del pánico infantil que te agarrota y te lleva a no dar una decisión a derechas, el colofón de la temporada me ha sabido a gloria.
Gracias Manchester. Gracias Chelsea. Gracias Premier. Gracias Inglaterra por inventar el fútbol
Now, I believe again
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