Tal como están los precios (desde la vivienda hasta la leche en brick), obviamente si en un trabajo te ofrecen más dinero que en otro te vas a pensar mucho si salir pitando. No está el horno para bollos.
Sin embargo, hay veces en que se tiene la posibilidad (a los 29 años o a los 50) de hacer lo que te gusta, que te paguen más o menos decentemente (aunque ganes menos pasta con el cambio) y no tener que tragar sapos de jefes histriónicos e incompetentes.
Valga el símil para hablar del mejor central que yo he visto pasar por Mestalla. Fabián Ayala marcó una época y trajo títulos a Valencia. Por discrepancias personales y profesionales con Soler y Carboni, no renovó y firmó por el Villarreal (que no es tonto a la hora de fichar) y, por motivos que se me escapan aunque intuyo que tienen que ver con lo monetario, completó su trasvase a Zaragoza.
Es fácil hablar una vez ocurrido todo, pero la sensación que hubo desde el principio (sin imaginar, ni remotamente que los maños bajarían) es que cambiaba dos entidades con metas similares sin pararse a pensar que ganaría un poco menos (que, en el caso de un futbolista, no es óbice para seguir forrándose) pero que dejaría una Comunidad a la que estaba habituado, dejaría de tener a tiro de piedra a sus amigos de los últimos seis años e incluso dejaría de lado la posibilidad de mantener a sus hijos en el mismo colegio al que iban desde hace un lustro.
En cualquier caso, no creo que tenga problemas para fichar por un equipo de élite para la próxima temporada, pero cuando se tienen las necesidades cubiertas a veces es mejor la calidad de vida.
Excelente punto de vista.
Publicado por: Fuente | 08/04/2013 en 18:19
Sin lugar a dudas la calidad de vida. Cuanto más dinero tienes más gastas.
Little
Publicado por: checheche.net | 20/05/2008 en 07:39